martes, 23 de noviembre de 2010

Ayer lloré por ti

Ayer lloré por ti
por tu recuerdo
por lo que viví
por lo que siento

Sigo teniendo dignidad
no lo hice por dar pena
ni por que se compadezcan
ni por que te convenzan

Lo hice sin querer
porque las lágrimas no se esperan
porque salen sin avisar
y no las puedes parar

lunes, 15 de noviembre de 2010

Entre cuatro paredes blancas

Entre cuatro paredes blancas
estoy sentado junto a tu cama
me ahogo al sentir tu agonía
y lloro por dentro mi fatiga.

Incómodo butacón de hospital
que sirve de hogar en estos días
acompañando a quien afectó el mal
viviendo y sufriendo esta compañía.

Levantarse, sentarse, acostarse
rutina cansina que aplaca alagrías
no hay refugio para abrigarse
y va a la mente como triste letanía

Pero aun quedan arrestos para la esperanza
que no siempre llega pero que a veces se alcanza
son momentos en los que no cabe la pereza
son momentos en los que se necesita paciencia

lunes, 8 de noviembre de 2010

Qué sabré yo del amor

Hace tiempo que perdí la inocencia
Hace tiempo que perdí mi paciencia
Hace tiempo que perdí mi salud
Pero no me importaba porque estabas tú

Hace tiempo que perdí la ambición
Hace tiempo que perdí la pasión
Hace tiempo que perdí mi virtud
Pero no me importaba porque estabas tú

Las cosas que no pasaron ya
parece que nunca sucedarán
Y eso me disgusta, me apena
es una tristeza amplia que me queda
y que parece que nunca se aplacará
a menos que pueda conseguir lo que quiera

Me gustaría tenerte entre mis brazos
y que el tiempo allí se detuviera
no pensar en nada más, sin pensar en futuros
en nada de lo que vendrá y tampoco en lo que fue
sólo vivir el ahora, descubrir lo nuevo
aplastar los sueños y evadir lo cierto

Sin embargo, no todo puede ser
lo que yo siento no es compartido
y eso me frustra y me aturde
por qué los sentimientos no se comparten
por que las sintonías no son las mismas
por qué los momentos están distantes

Pero qué es el amor
que cuando estás agusto no se ve
pero cuando estás triste se siente
que cuando es dado no es necesitado
y cuando es querido no es otorgado
qué sabre yo del amor